EL DISEÑO PARTICIPATIVO & LA DISCAPACIDAD

En el mundo actual, especialmente en los países desarrollados, la sociedad civil ha cobrado un protagonismo que no tenía en el pasado, ya sea a través del activismo espontáneo o estructurado a través de grupos de interés. Las políticas públicas en los ámbitos más diversos, incluida la ciencia y la tecnología, requieren hoy de la participación ciudadana para su viabilidad práctica y legitimidad democrática. En este contexto se plantea la necesidad de contemplar también la participación social a la hora de desarrollar indicadores de impacto social. Consideramos que los indicadores deberían ser sensibles al grado de madurez democrática de un país en el ámbito de la participación ciudadana en la toma de decisiones sobre políticas públicas relacionadas con la ciencia y la tecnología. Es decir, los indicadores deberían no sólo reflejar rasgos de la actividad en ciencia y tecnología sino también de la organización de esa actividad, lo cual es ya una esfera política. En principio, todas las fases del proceso de diseño, desarrollo y evaluación de las políticas públicas en ciencia y tecnología son susceptibles de apoyarse en mecanismos que hagan posible el involucramiento social … También existen una diversidad de mecanismos de participación o de capacitación para la participación que han sido ya ensayados con respecto a políticas científico-tecnológicas. Por ejemplo, las comunes audiencias públicas, la gestión negociada, los comités asesores de ciudadanos, los paneles de ciudadanos o el típico referéndum. Cada uno de ellos tiene ventajas e inconvenientes en el ámbito de la administración, al igual que tiene pros y contras el litigio en el ámbito judicial. No hay una receta única para el reto de la participación en temas de ciencia y tecnología: algunos modelos tienen un carácter más representativo, otros son más efectivos sobre la toma real de decisiones, ciertos modelos son mejores disparadores del debate público, otros propician una participación más igualitaria de legos respecto a expertos y autoridades, y aun otros hacen posible un involucramiento menos reactivo del público participante. Pero todos contribuyen, de uno u otro modo, a la democratización de las políticas públicas sobre ciencia y tecnología”.

http://www.oei.es/revistactsi/numero3/art03.htm

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