Roombas y baristas robóticos, los sirvientes mecánicos han permanecido sobre todo en ciencia ficción. Por suerte para nosotros, el mega-empresario y posible super-villano Elon Musk se encarga de financiar aquellos proyectos que buscan salvar la brecha entre la fantasía y la realidad.
Entre otras cosas, Musk está alimentando la fuente abierta, sin fines de lucro org. OpenAI en sus esfuerzos por hacer que los autómatas sean capaces de enseñarse a cuidar de nosotros a través de pruebas simples y de alta tecnología. Co-fundado en el año 2015 por Musk, Peter Thiel y otras deidades tecnológicas post-primordiales, el grupo de investigación de inteligencia artificial (AI) ha recibido más de mil millones de dólares en apoyo de sus objetivos, tales como “avanzar la inteligencia digital de la manera que es Lo más probable es beneficiar a la humanidad en su conjunto, sin restricciones por la necesidad de generar retorno financiero [… y convertirse] en una institución de investigación líder que puede dar prioridad a un buen resultado para todo su propio interés“.
Importancia de la inteligencia artificial
Con los ayudantes robóticos del proveedor industrial Fetch Robotics como hardware, los desarrolladores de software de OpenAI han estado trabajando para crear inteligencia artificial capaz de aprender máquinas avanzadas mediante un “refuerzo profundo” mediante la observación y exploración, permitiendo que estos robots desarrollen y amplíen sus propias habilidades. Como informan los informes de MIT Technology Review, los robots móviles utilizan herramientas como un escáner láser de 2D, sensores de profundidad 3D y un brazo de agarre versátil para enfrentarse al mundo que les rodea y desarrollar habilidades en sus redes neuronales como Ellos descubren cómo realizar mejor una tarea.
Ese proceso puede tomar muchos miles de intentos, pero los expertos en aprendizaje automático de OpenAI como Pieter Abbeel de UC Berkeley han demostrado que, en lo que respecta a AI, tareas aparentemente simples como plegar la ropa son a menudo más fáciles de aprender que de programar. Otro beneficio para la autoformación AI, según los investigadores, es que el hecho de que la habilidad aprendida de un bot puede ser instantáneamente diseminada a una flota entera de sus compañeros, cualquiera de los cuales puede mejorar más adelante el método según sea necesario. En general, el MIT señala: “El esfuerzo refleja una apuesta de que las innovaciones en software y aprendizaje de máquinas, en lugar de avances en hardware, son la manera de dar a la robótica nuevas capacidades“.