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Dentro del Marco de acción de Ciudades Inteligentes y aplicación de tecnologías al mejoramiento social

7 al 12 de Noviembre de 2022
Madrid España– Bogotá Colombia – Rosario Argentina


Las Tecnologías son una valiosa herramienta, pero de por sí no definen al modelo de aldea inteligente. Son una poderosa herramienta siempre y cuando que se utilicen para contemplar ámbitos tan fundamentales, como la movilidad y el transporte, la eficiencia energética, la planificación urbanística, la gestión de residuos, la contaminación ambiental y como denominador común, el bienestar social soportado por planes de educación coherentes con la actividad de la aldea , programas de salud y esparcimiento para toda la población, dentro de un marco de economía cooperativa, inclusiva y sostenible, que permita la generación de riqueza de manera equitativa, buscando en lo posible desarrollar el potencial de nuestros países iberoamericanos.

Con esa visión, se busca que los participantes se enriquezcan con el conocimiento global experto, visualicen el Futuro del sector de las tecnologías y su aporte en cada campo del conocimiento a nivel global, con el fin de desarrollar nuevas herramientas para lograr una comunidad sostenible, y estén en capacidad de tomar una postura participativa frente al momento actual de nuestros países.

Las Universidades y entidades Regionales y Locales, tomarán dicho conocimiento y desde su quehacer académico, de investigación y proyección social corporativa lo podrán caracterizar, medir, documentar, aplicar y difundir, con base en el estudio de su “Comunidad-Entorno” y los países participantes podrán replicar en comunidades similares en su ámbito de desarrollo local.

Con los resultados del evento, se podrá fortalecer el círculo virtuoso entre Academia, Empresa, Comunidad y Estado, para generar la capacidad de desarrollar un proyecto piloto teniendo en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de la Organización de las Naciones Unidas, direccionados hacia la creación de una comunidad sostenible a partir del desarrollo de las potencialidades de las comunidades como una forma real y tangible de romper las trampas de pobreza, la educación se convierte en el factor diferencial que desarrolla las capacidades y aporta al verdadero mejoramiento social, saliendo del aula y proyectándose a las comunidades.