Se necesitaría casi una hora y media para caminar unas cuantas rebanadas de pizza y 26 minutos a pie de una lata de bebida gaseosa, de acuerdo con una mujer que hace campaña para este tipo de información para venir en la etiqueta.

Shirley Cramer, directora ejecutiva de la Royal Society of Public Health cree que tal medida podría ayudar a reducir la obesidad.

Ella ha afirmado que el empaquetado no sólo debe proporcionar información nutricional, sino que también debe “ayudar a las personas a cambiar de comportamiento“.

Escribiendo en el British Medical Journal escribió: “El objetivo es animar a las personas a ser más conscientes de la energía que consumen y cómo estas calorías se relacionan con las actividades en su vida cotidiana, para animarlos a ser más físicamente activos“.

Ella señala a la investigación que encontró que el 44% de la gente encuentra la información actual del frente del paquete, conocido como etiquetado del semáforo, confuso.

Más de la mitad (53%) también dijo que cambiarían positivamente su comportamiento como resultado de la visualización de información calórica de la actividad equivalente.