Los comerciantes de la criptomoneda dieron un suspiro de alivio el miércoles por la mañana cuando los precios de las fichas de etherium, la segunda mayor criptocurrencia después del bitcoin en términos de capitalización de mercado, finalmente comenzaron a nivelarse. Antes de eso, las fichas habían perdido 50% (aproximadamente 17.500 millones de dólares) de su valor después de establecer un récord cerca de $ 400. El martes, los precios del ether incluso bajaron por debajo de los 200 dólares por moneda, según Marketwatch. Pero a partir de las 4:45 p.m. Este miércoles, las fichas ethereum volvieron a cotizar a alrededor de $ 224 por moneda, según CoinMarketCap.

El rápido aumento en el precio de las monedas como bitcoin y ether en los últimos meses ha llevado a la especulación de que están en una burbuja de mercado, muy similar a la de las acciones durante el punto-com que se apresuraron en los años noventa. No está claro por qué las fichas de ether se recuperaron el miércoles por la mañana, aunque las fluctuaciones súbitas de los precios de la nueva moneda, creadas en 2013, son comunes: las fichas de Ethereum se podrían tener por tan poco $8 al comienzo del año, comentó Bloomberg, $ 400 en un punto en junio.

Sin embargo, el accidente de julio no ha disminuido el entusiasmo de los defensores etéreos, que argumentan que la criptografía es más sofisticada y más fácil de construir productos alrededor del bitcoin. Se ha utilizado para todo, desde la verificación de ayuda a los refugiados sirios hasta el intercambio de datos sobre los vehículos sin conductor. Como señaló Mic en junio, “Ethereum es una plataforma de aplicación descentralizada que puede cambiar la forma en que hacemos casi todo”. También se demanda a los desarrolladores de Ethereum, Brendan Eich, el influyente programador que ayudó a desarrollar Java, dijo en Twitter.

El caso de precaución antes de comprar Ether

Por supuesto, no todo el mundo cree que la criptoconversión será capaz de cumplir su promesa como una moneda más eficiente, transparente y descentralizada. En una columna del martes para Marketwatch, Brett Arends llamó a ambas criptocurrencias principales “basura completa”.

“Las criptomonedas tienen dos aplicaciones reales: juegos de azar en línea y lavado de dinero. Tampoco es el corazón de un gran modelo de negocio. Pero eso es todo”, escribió el columnista. Se pueden hacer compras en línea y transferencias de dinero internacionales marginalmente más eficientes en teoría, sin apenas práctica. ¿Se arriesgaría a mover su dinero de dólares en bitcoins sólo para ahorrar unos pocos puntos porcentuales en los honorarios de transacción?

Cómo comprar éther

Si todavía está convencido de que Ethereum, ripple, o litecoin, son el futuro, y piensa comprarlo y mantenerlo, no le costará invertir en un momento en el que el precio de cualquier activo se haya caído.

Hay muchas maneras de comprar monedas como éter y bitcoin, incluyendo, en algunos lugares, vía ATM. La gente en algunos estados también pueden utilizar Gemini, y Coinbase es una herramienta popular para comprar bitcoin, litecoin y éter. La mejor manera de almacenar la criptoconversión es utilizando algo llamado “Wallet”, y existen varias opciones (algunas descritas aquí) para aquellos que quieren comprar tokens éter.

Por último, una forma alternativa de invertir en la criptografía, si está esperando el momento en que el precio caiga especialmente, es configurar una orden de compra a un precio bajo, por lo que puede tomar ventaja si los valores luego se recuperan.

Algunos comerciantes utilizan algoritmos para colocar este tipo de opciones o limitar órdenes para comprar o vender criptografía automáticamente cada vez que cruza ese umbral de precio determinado. Por otra parte, eso también, tiene sus riesgos, ya que dejar la criptografía con un intermediario, en lugar de en una cartera segura, puede dejarlo vulnerable a la piratería. Y de nuevo, al igual que la compra de fichas digitales en primer lugar, se trata de comportamiento especulativo, así que asegúrese de que está utilizando sólo su dinero que puede permitirse perder.