La próxima gran oportunidad de México para enfrentar la corrupción

Con el apoyo de una reforma política aprobada en 2014, los principales grupos de la sociedad civil, académicos y activistas se reunieron el martes pasado en una conferencia de prensa para presentar un proyecto de ley que establecería sanciones claras por actos de corrupción.

Esta iniciativa ciudadana, conocida como Ley 3de3, podría ser discutida en el Congreso ya en esta primavera, si sus proponentes pueden reunir las 120 mil firmas requeridas para que el Congreso las incluya en la agenda legislativa. Como sostiene Max Kaiser, uno de los líderes del comité de redacción y del director anticorrupción del Instituto Mexicano para la Competitividad, “presentar el proyecto de ley es sólo un primer paso… la batalla más importante será recoger las firmas”.

Por difícil que parezca, las 120.000 firmas pueden muy bien ser recogidas. Los estudiantes, los ciudadanos y las comunidades de negocios están a bordo. Los decanos universitarios públicos y privados han ofrecido su apoyo tácito. La hashtag # Yafirmé (he firmado) ha inundado la red, y una de las principales cámaras de comercio de México, Coparmex, está pidiendo a todos sus miembros que firmen el proyecto de ley.

Haciendo historia en esta iniciativa

Farmacias Similares, una cadena de farmacias en todo México, ha concedido permiso para que sus ubicaciones acepten las firmas impresas de los que apoyan la iniciativa. Incluso El Sopitas, una estrella de radio ancla, está promoviendo activamente la firma de la factura a través de su programa de radio de música pop.

La iniciativa ciudadana es histórica: representa la primera vez en la historia de México que la sociedad civil se ha unido para tomar en sus manos los procesos legislativos contra la corrupción. Amparo Casar, presidente ejecutivo de Mexicanos Contra la Corrupción, una organización emergente de la sociedad civil dedicada a litigar los casos de corrupción en México, dijo: “Obtener las firmas no será un pedazo de pastel, pero es factible.

La sociedad civil mexicana está liderando ahora la lucha contra la corrupción, no por elección, sino por necesidad. La alternativa – siguiendo los procedimientos legislativos regulares y esperando a que los partidos políticos presenten sus propios proyectos de ley y los discuta – ya no es una opción. Las autoridades parecen “demasiado corruptas para crear una ley anticorrupción con dientes reales”, según Enrique Cárdenas, coordinador del comité de redacción de la Ley 3de3 y director general del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, un grupo de expertos mexicanos.

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