La depresión, aunque no lo creas, puede llegar a tocar la puerta de tu vida. Incluso, lo más posible es que, al menos, hayas caído una vez en esta bache emocional.

Y es que una simple desmotivación puede derivar en depresión. Las rupturas de relaciones, problemas familiares y otras situaciones también te pueden llevar rápidamente hacia ella.

Dicho esto, jamás te avergüences de caer en depresión. De hecho, lo primero que debes hacer en esos momentos es reconocer que tienes un problema. Luego, haz todo lo posible por salir de ese foso fangoso.

Escapar de la depresión, claro está, no es nada sencillo. Y es que no se trata sólo de unos simples días de tristeza o mal humor; es algo mucho más fuerte, que entra en la categoría de enfermedad. Sin embargo, simplemente resultará algo pasajero pero si sigues estos pasos básicos que te ayudarán a recuperar tu estabilidad emocional.

Deja a un lado el orgullo

El orgullo, cuando sufres de depresión, es una buena compañía. Debes reconocer, primero que todo, que te sientes muy mal y sufres de un desequilibrio emocional. Deja que te ayuden tus seres queridos.

Una vez hayas reconocido el problema, es necesario que aceptes el apoyo de un especialista. Este actor, sin duda, debe jugar el papel principal durante este duro periodo para ti. Los consejos de los expertos son sumamente valiosos para una persona con depresión.

Con el terapeuta tienes que ser lo más sincero posible. En ello radicará el éxito del tratamiento. Sólo así podrá atacar, con eficacia, el problema emocional que, lamentablemente, experimentas.

Rodéate de personas positivas

Si estás deprimido, jamás te reúnas con personas negativas o que, incluso, esté en la misma condición que tú. Sería un cóctel explosivo que podría traer consecuencias realmente lamentables.

Busca las personas más positivas que tienes en tu eterno. Esas que siempre dicen “sí se puede”, “tranquilo”, “no te preocupes”… Es decir, llénate de esperanza, ya que al haber caído en depresión la tienes en un nivel muy bajo. ¡Ánimo!, no todo está perdido.

Este tipo de personas, generalmente, planea muchas salidas y busca, de una forma u otra, salir de la rutina. Eso te será de gran ayuda. Una o dos salidas por semana te ayudarán a olvidar, poco a poco, aquello que te llevó a una explosión emocional que derivó, irremediablemente, en la depresión.

Da y recibe contacto físico

Cuando una persona sufre depresión, trata de evitar, a toda costa, el contacto físico, en la mayoría de los casos. Y es que, simplemente, quiere ahogar solo, “morir lentamente”.

Por ello, debes romper esta barrera del contacto físico. Abrazada, besa y acaricia a tus seres queridos. Poco a poco, verás que este tipo de acercamientos te volverán a resultar naturales y no formarán parte de una barrera para salir de la depresión.

Incluso, puedes utilizar a tu mascota para esto. Jugar con tu perro o gato te ayudará a familiarizarte nuevamente con el cariño y el afecto. Es necesario que te atrevas a dar este paso.

Trabájate a ti mismo

Este es el punto clave. Es necesario que pongas de tu parte. Jamás dejes todo en manos de los demás, y mucho menos cuando se trata de un proceso depresivo, ya que podría extenderse mucho más de lo que desearías.

Cambia, sobre todo, tu manera de pensar. Es necesario que dejes a un lado todo razonamiento negativo. Analiza todo desde perspectivas positivas, sácale provecho a cada situación.

Lo que hablas, por supuesto, también influye. Cambia, incluso, las palabras que antes utilizabas. Sé  amable, respetuoso. Evita irritarte. Y, sobre todo, ríe mucho, es la mejor terapia para la depresión.