Entregarse al cuerpo y a la vida

Si a un niño, que puede ser la historia de cualquier persona hija de la cultura donde hemos nacido y hemos sido educados, se le trata de amoldar al sistema con maneras de que el cuerpo pierda sus sensaciones y sentires, y su gracia y la conexión de los sentidos a partir de una madre que no toca el cuerpo del bebé de manera íntegra y con la misma valoración todas las partes corporales; con educaciones rígidas como los controles esfinterianos; con las prohibiciones de concebir sin pudor el cuerpo y sus sensaciones; con el mandato muy típico de “piensa para no sentir”, entonces se hará una escisión entre la mente que debe encontrar recursos para manifestarse con lo que pueda considerarse inteligencia y un cuerpo que queda suprimido para sentir, vivir emociones plenas y auténticas y para integrarse en un espíritu unificado de cuerpo, sentimiento, pensamiento, relaciones interpersonales y búsqueda de sentido.

De ahí que llama poderosamente la atención de que, en lugar de encontrar personas que expresan el gozo y la plenitud de vivir, cada vez más encontramos personas con grandes dificultades de carácter emocional. Como lo relatan los textos que anualmente publican tanto la Organización Mundial de la Salud, como la Organización Panamericana de la Salud, donde muestran que la ciencia médica ha encontrado recursos tecnológicos para detectar y manejar la gran mayoría de padecimientos físicos, un ejemplo de ello se dio en la pandemia del Covid 19, donde se consiguió producir varias vacunas a menos de un año de detectarse la problemática.

A la par, las mismas organizaciones denuncian que los problemas psicosociales y las enfermedades mentales están creciendo desmesuradamente y, por ahora, de forma inatajable. Algunas de estas son la depresión, el suicido, las adicciones, las psicopatías, el estrés, las disociaciones mentales como las psicosis. De hecho, las ventas de medicamentos para paliar estas situaciones son abismales en el mundo entero y Colombia no es una excepción.

Por estas razones es importante desarrollar una nueva educación que no escinda, no disocie ni fragmente a la persona, sino que integre, tanto en la enseñanza como en el aprendizaje, todas sus dimensiones: su cuerpo y sus sentires: su expresión emocional; su pensamiento y sus alcances; la sensibilidad para relacionarse con los semejantes y ser proactivo en la evolución de la cultura.

Realizar estas metodologías y volver a la consciencia de un cuerpo vital, sensible y empoderado, permitirá integrarse con mayor eficacia a otras dimensiones en los contextos educativos, para que pueda armonizar con su mundo interno y su mundo externo mediante la autoaceptación, la autoexpresión y el adueñamiento de sí mismo, cuyo resultado es conectarse con una vida más sana rica y plena.

 

TALLER 1
Nombre del taller Sentir – Conocer – Expresar
Objetivos del taller Integrar el cuerpo como factor fundamental para la interacción de enseñar y aprender, gracias al despertar de los sentidos, los movimientos, las posturas, las interacciones, sus capacidades y sus expresiones.
Temáticas centrales Movimiento

Relación interpersonal

Comprensión

Sentimientos

Expresiones

 

TALLER 2
Nombre del taller Cuerpo, emoción y mente en busca de autenticidad
Objetivos del taller Empoderar al participante para creer en sí mismo, en valorar la legitimidad de sus criterios y sus búsquedas, confiar en sus certezas y evidencias y despertar el valor de asumir la realidad.
Temáticas centrales Identidad

Ser genuino

Congruencia

Consistencia

Integración Cuerpo – Emoción – Pensamiento

 

TALLER 3
Nombre del taller La confianza como base del aprendizaje
Objetivos del taller Vivir experiencias de sensibilización con respecto al respeto, la responsabilidad y el compromiso con los semejantes.
Temáticas centrales Seguridad

Confianza básica

Ser guía

Compañía