El estudio del espectro de los gases es una invitación a mirar la luz con nuevos ojos. Lo que a primera vista parecen simples líneas de colores, en realidad son mensajes que la naturaleza nos envía en su lenguaje más puro. Cada destello rojo, verde o azul esconde la esencia de un átomo, revelando su identidad única y mostrándonos que todo lo que nos rodea tiene una firma luminosa que lo distingue. Al adentrarnos en este proyecto no solo aprenderemos a reconocer esos códigos cromáticos, sino que también nos maravillaremos con la idea de que los mismos principios que hoy exploramos en el laboratorio son los que permiten descifrar la composición de las estrellas en el cielo. Así, estudiar el espectro de los gases es más que un trabajo experimental: es un viaje hacia el corazón mismo de la materia y un recordatorio de que la ciencia es, al fin y al cabo, un diálogo constante con la belleza del universo.