Valoremos el recurso hídrico de la región Al poseer la mayor reserva de agua en el mundo nuestro compromiso de cuidarla, preservarla y gestionarla eficientemente es mayor.

A propósito del Día Interamericano del Agua, que se celebrará este 4 de octubre, muchas veces me pregunto si realmente los gobiernos valoran el agua en su real dimensión socioambiental. Creo que no, excepto algunos pocos países que han gestionado eficientemente este recurso logrando un alto grado de bienestar, paz social y desarrollo sostenido. 

El agua es el motor del desarrollo y América Latina posee el 31% de agua dulce del mundo. Su débil gobernanza hídrica ha ocasionado la inseguridad económica del agua, expresada en estrés hídrico en una veintena de ciudades en México, Colombia, Chile, Bogotá, Sao Paulo, Lima y el Caribe.

Cerca de 40 millones de personas carecen de agua potable y más de 100 millones no tienen acceso a saneamiento. Esta situación –agravada con el golpe económico por la pandemia del covid-19– es un gran escollo para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030 y vencer la pobreza en la región.

La Unesco ha reconocido, mediante el Programa Mundial de Evaluación del Agua, que la falta de servicios básicos de suministro de agua y saneamiento a menudo se debe a una mala gestión, corrupción, falta de instituciones apropiadas e inercia burocrática.

La pandemia del covid-19 es una alerta de las debilidades que afrontamos: 1. En el cuidado y conservación de las fuentes naturales de agua; 2. La urgencia del fortalecimiento de los sistemas de red potable y saneamiento; 3. Incipiente gestión de los efectos del cambio climático, en la que nuestra región es la más afectada; 4. La deforestación amazónica y su efecto en el ciclo del agua y la biodiversidad; y 5. Débil seguridad hídrica, débil seguridad alimentaria y sanitaria.

Esta compleja realidad llama a una mejora sustantiva de la gestión del agua desde una visión holística y partiendo de la diplomacia hídrica, de la política internacional, por haber sobrepasado a los gobiernos. Así, debemos partir desde una visión y prospectiva regional. Con 650 millones de habitantes en América Latina y el Caribe tenemos un gran problema que demanda una solución regional, multilateral, con espíritu americanista, en un entorno global.

Debemos ser conscientes de que al poseer la mayor reserva de agua en el mundo nuestro compromiso de cuidarla, preservarla y gestionarla eficientemente, así como sus servicios ecosistémicos, se duplica por su implicancia socio ecológica planetaria. Y, en ese sentido, solo alcanzaremos la seguridad hídrica y social si conjugamos esfuerzos, caminamos hacia la economía verde, implementamos tecnología e infraestructura de punta y convocamos a la cooperación internacional, partiendo de compromisos reales y efectivos, acuerdos vinculantes y políticas públicas regionales con prospectiva al 2050 para un desarrollo eco sostenible seguro.

Fuente: https://elperuano.pe/noticia-valoremos-recurso-hidrico-de-region-104743.aspx

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